El pasado 22 de junio, durante la Conferencia Mundial de desarrolladores de Apple 2020 (WWDC, por la sigla en inglés de Worldwide Developers Conference), Tim Cook –director ejecutivo de la compañía– anunció que toda la línea de computadores Mac hará la migración desde procesadores Intel a Apple con arquitectura ARM. El anuncio confirmó los rumores que se venían filtrando desde hace unas semanas, pero aún así no dejó de sorprender.

Para Apple no es extraño tener procesadores diseñados por la misma empresa en sus computadores. De hecho, la marca de la manzana tuvo su crecimiento importante gracias a sus Mac que trabajaban con arquitectura PowerPC. Entre 1994 y 2006, todos los computadores Mac funcionaban con tecnología distinta a la que proveían AMD e Intel.

Pese a esto, el icónico Steve Jobs anunció en 2005 que la empresa migraría definitivamente a procesadores Intel, y de esta forma confirmaban a la arquitectura x86 como dominante en los computadores personales.

Para ese tiempo, el mercado de los procesadores se estaba unificando para convertirse en lo que tenemos hoy en día, con Intel y AMD supliendo computadores de escritorio y servidores. Al otro lado del mercado, en el mundo móvil, compañías como MediaTek y Qualcomm preferían usar procesadores ARM, porque sus características se acomodan mejor a dispositivos que se alimentan con batería.

Por años, ARM tuvo que comprometer rendimiento para poder regular temperatura y consumo de energía. Esto, sin embargo, empezó a cambiar hace algunos años, cuando se anunció que iba a superar a portátiles con chips de Intel incluso con las ya mencionadas limitaciones.

Apple, sin duda alguna, ha tomado nota de esto, ya que siempre ha diseñado los chips de iPhone internamente y estos tienden a tener un rendimiento que supera incluso al mejor silicio de Qualcomm. Este compromiso de Apple para volcarse por completo hacia ARM es la primera vez que una empresa de computadores utiliza la arquitectura de esta forma tan masiva.

Pensemos por un momento en un chip que utiliza tecnología ARM altamente optimizada y sin preocupaciones de consumo energético. Esto, funcionando con el sistema de enfriamiento normal de un portátil, entregaría resultados bastante prometedores y de los que seguramente toda la industria tomará nota.

Adicionalmente a esto, el desarrollo de sus propios chips le daría a Apple la habilidad de realizar incrementos graduales cada año a sus procesadores, tal y como ocurre con el iPhone. Para nadie es un secreto que Intel ha tenido problemas no solo de diseño sino también de producción en sus chips de 10 nanómetros. Este problema sin duda afecta a Apple, que confía en Intel para poder entregar Macs a los usuarios finales.

El futuro de la manzana, ahora más que nunca, estará integrado no sólo en software sino también en hardware. Steve Jobs le decía a Johny Srouji –vicepresidente senior de hardware en Apple, quién acompañó el anuncio de Tim Cook– que la única forma en la que Apple puede diferenciarse y entregar algo único y grande es teniendo su propio silicio. PowerPC fue un inicio que no acabó muy bien.

Tras 9 años de la muerte de Jobs, Apple toma nuevamente las riendas completas de sus productos, y muy seguramente marcará un futuro de cambios importantes en el mundo de la tecnología.

Tomado de impactotic.co

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